Y es que solo somos una moda
Por David Barraza

El ser humano es una moda; lo es porque ríe, llora, festeja, crece, copula y muere como todos los demás. Fuera de las diferencias socioeconómicas impuestas por sociedades oligárquicas, todos somos iguales. Compartimos miedos, inseguridades, territorios (aun con muros y fronteras), enfermedades, métodos anticonceptivos y hasta fast food courts.

La moda ha abandonado el trastero de la frivolidad para convertirse en una de las herramientas indispensables de la sociología moderna para estudiar, analizar y entender (dentro de lo que cabe) el comportamiento humano. No es casualidad que la moda interese a las sociedades actuales, ya que es una representación mimética de juventud. Representa el irreparable quiebre entre lo eterno y lo efímero. Y es que lo efímero conduce a lo estético y lo estético a lo bello y la belleza es a su vez ambidiestra por lo que se rompen paradigmas, esquemas e incluso estereotipos creados por lo que alguna vez fue eterno y que ahora solo esta eternamente pasado de moda.

No culpo al lector pasivo que piense que esto es solo un juego de palabras. Un lector activo sabe que esto es lo que irremediablemente sucede y sucederá durante varias décadas mas en sociedades posmodernas que ahora mas que nunca saben que nada es para siempre, que buscan las dosis justas para su propia resignación y que las modas a las que pertenecen sean, desde su perspectiva, modas alternativas, aun y cuando todas las modas representan lo mismo, solo que expresado de diferente manera.

La rebeldía es una moda, así como lo fue el snobismo, el cientificismo, el neoliberalismo y tiempo atrás el hoy tan aburrido y maleado socialismo comunista. Todas las modas intentan ser manifestaciones contra lo establecido, pero ninguna logra su real objetivo. Todas se quedan en el terreno de la potencia, de lo que nunca llegaran a ser.

Por que gustan tanto los infantilísimos y faltos de creatividad diseños de un tal Louis Vuitton? Será porque representan más una percepción que una realidad? La moda hoy en día tiene que buscar algo mas allá de simplemente portar una prenda, se necesita encarnar esas prendas; que el trinomio modelo - maniquí - consumidor sea uno mismo y así lograr que el consumidor promedio satisfaga por al menos seis meses sus impulsos aspiracionales.